Las tecnologías avanzadas, como la reconstrucción 3D y el análisis comparativo inteligente, proporcionan información mucho más precisa y aceleran radicalmente el proceso de diagnóstico, lo que resulta crítico en situaciones en las que los síntomas de un paciente pueden evolucionar a gran velocidad. De hecho, el personal médico ha sido capaz de generar resultados cuantitativos de tomografías computarizadas (TC) en cuestión segundos y, como resultado, identificar a los pacientes con COVID-19 seis veces más rápido que cuando realizaban la tarea de forma manual.
Para el 26 de febrero de 2020, la solución de diagnóstico asistido por inteligencia artificial de Huawei ya se había desplegado en 20 hospitales chinos.