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Energía: infraestructuras inteligentes

2020-01-28
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En un mundo que está siempre conectado y activo, la necesidad global de consumo de energía muestra escasas señales de reducirse.

A pesar de que, en la actualidad, el consumo de energía es el máximo alcanzado en la historia, este continuará aumentando un 27 % hasta 2040, según algunas predicciones1 .

La gestión de este escenario aparentemente inevitable será compleja y la solución no se fundamentará únicamente en la generación de energías renovables, como la energía solar y la eólica, sino que también deberán adoptarse métodos de distribución y formas de consumo más eficientes.

Ha llegado la era de las Smart Grids.

Gracias a tecnologías como el Internet de las cosas, el Big Data y el cloud, las Smart Grids del futuro serán capaces de funcionar por sí solas. Recopilarán enormes cantidades de datos de sensores inteligentes repartidos por todas las partes operativas de la red (desde cables de transmisión y transformadores hasta los dispositivos de las empresas y los hogares de los usuarios finales) y los analizarán para tomar decisiones más conscientes y fundamentadas, ya sean de mayor o menor envergadura.

De esta forma, una Smart Grid tendrá mayor capacidad de adaptar la oferta a la demanda mediante la gestión detallada de entornos locales y domésticos, con predicciones inteligentes basadas en las grandes cantidades de datos generados cada minuto. De hecho, un único medidor inteligente puede generar en cuestión de horas la misma cantidad de datos que antes se tardaba todo un año en compilar; además, con los medidores inteligentes, la tediosa tarea de recopilar datos manualmente también pasa a ser una práctica del pasado.

Una Smart Grid también utilizará los datos obtenidos para detectar puntos débiles con suficiente antelación, desde transformadores con un rendimiento deficiente hasta líneas dañadas, lo que convertirá las reparaciones reactivas en proactivas, eliminando así pérdidas innecesarias.

Se constata así que las Smart Grids optimizarán la eficiencia de forma generalizada, incluso en la gestión de electrodomésticos, que mejorarán su rendimiento y reducirán su consumo total.

"Las Smart Grids con TI pueden ahorrar hasta 6300 millones de MWh de electricidad y reducir las emisiones globales de dióxido de carbono equivalente (CO2e) en 1,8 gigatoneladas para el año 2030".2

De hecho, ya se ha constatado que las Smart Grids realmente funcionan. Por ejemplo, las soluciones de infraestructuras de medición avanzada (AMI) implementadas por Huawei e Ikeja, la principal compañía de energía de Nigeria, han ayudado a reducir las pérdidas de línea desde un excesivo 45 % hasta solo el 14 %.

Hay que tener en cuenta, además, que la contribución de las Smart Grids continuará creciendo en el futuro. China planea aumentar la cobertura nacional de medidores inteligentes que operan en su red hasta el 70 % en 2022, y es más que probable que otros países de Asia y el sudeste asiático sigan su ejemplo.

A medida que el consumo de energía mundial se dispara, este tipo de enfoques permitirán garantizar que la energía se utiliza de forma eficiente, responsable y, sobre todo, inteligente.

Descubra la infraestructura TI de Huawei, optimizada para Smart Grids.

Notas:

1 A Look at IEA’s New Global Energy Forecast, Global Energy Institute

2 The #Smarter2030 opportunity: ICT Solutions for 21st Century Challenges

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