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La sostenibilidad digital es simplemente sostenibilidad

2020-02-04
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En el siglo XXI, las empresas deben transformarse digitalmente si desean prosperar.

Desde el comercio electrónico directo al consumidor hasta las enormes cantidades de datos generados a la espera de ser extraídos, las herramientas digitales deben aprovecharse no solo para que las empresas progresen, sino para que sobrevivan.

«Las empresas que apuestan por la tecnología digital gastan un 23 % menos en todos los presupuestos [...] anuales que sus homólogas que siguen en la era analógica»1, según Shawn Fitzgerald, líder de estrategias de transformación digital mundial de IDC Insights. Esto supone un gasto general inferior, a la par que está directamente asociado a unos retornos financieros claros: un aumento del 43 % en los ingresos y un aumento sustancial de los beneficios.2

Sin embargo, la sostenibilidad digital (la transformación digital de la infraestructura empresarial) no solo se basa en la rentabilidad del negocio.

La Global e-Sustainability Initiative (GeSI), de la cual Huawei es miembro, afirma que «las TIC tienen el potencial de permitir una reducción del 20 % de las emisiones globales de CO2e para el año 2030 [...] y de desligar eficazmente el crecimiento económico del aumento de las emisiones».3

El Foro Económico Mundial está de acuerdo: «la digitalización podría generar beneficios para una sociedad que igualen, o incluso superen, los creados por la industria».4

¿Cómo?

A nivel operativo, el Internet de las cosas (IdC) puede reducir los costes derivados de los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) en oficinas mediante el uso de sensores inteligentes para optimizar su configuración.

En otros espacios, como tiendas y almacenes, la tecnología puede reducir los costes de regulación de la temperatura mediante el control de las unidades de refrigeración, maximizando su eficiencia.

En las fábricas, los sensores se pueden instalar en equipos de fabricación antiguos para optimizar de forma inteligente las operaciones y predecir posibles fallos; dicho mantenimiento preventivo se traduce en un gran ahorro y una reducción del tiempo de inactividad de la línea de producción.

Los semáforos equipados con IdC en toda la ciudad analizan el Big Data del flujo de tráfico y ajustan los tiempos de espera correspondientemente, lo que permite lograr desplazamientos más eficientes y reducir el tiempo de inactividad y, con ello, las emisiones.

La infraestructura local y nacional se puede optimizar de forma similar. La medición inteligente de la red eléctrica equilibra mejor la oferta y la demanda, además de erradicar el problema de las pérdidas de línea. De hecho, «las redes inteligentes con TI pueden ahorrar hasta 6300 millones de MWh de electricidad y reducir las emisiones globales en 1,8 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e) para el año 2030».5

Asimismo, los Data Centers se pueden optimizar para proporcionar una mayor eficacia del uso de energía (PUE). Una refrigeración más eficiente también reduce en gran medida los requisitos de energía, lo que reduce los costes.

Y los beneficios no acaban en estos entornos…

En casa y en la carretera, en el aula y en el metro, en hospitales y consultas médicas, e incluso, en el aeropuerto.

A medida que la sociedad avanza hacia la creación de un mundo inteligente y totalmente conectado, descubrimos que la sostenibilidad digital es simplemente sostenibilidad.

Notas:

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